Despierto otra vez...
Un rugido ronco de motor cansado y el traqueteo del autobús.
Mi cabeza resbalando en la ventanilla, manchada de mil frentes que pensaron en la huida...tal y como yo misma estoy haciendo ahora mismo... No miro al exterior, es de noche, y no puedo ver nada más que pares de luces cegadoras que circulan en el sentido contrario.
Curva...fuerza centrífuga que me hace querer aún más a esa ventanilla. Dios, nos paramos, ¿es otra estación? ...Sincopados, los pistones del motor en Valentí anuncian una nueva remesa de pasajeros. Silbido hidráulico de la puerta. Pasos que suben escalones, mis ojos se achinan intentando acostumbrarse a la poca luz...
Más gente de ojos vacíos, viajeros con el alma helada, y yo acomodando la cazadora para que me sirva de almohada...”Creo que me he convertido en una de ellos”. Aún quedan 3 horas de viaje. Cierro los ojos de nuevo...
La señora de perfume penetrante a mi lado se ha bajado. No hemos hablado en las 4 horas, ni se ha despedido. ¿Dónde irá? ¿A ver a su familia?¿A trabajar? “Nunca lo sabré” – pienso mientras me desperezo y me vuelvo a acurrucar en el incómodo asiento con ademán gatuno... – Son las 4 de la mañana...
(......)
Uff, me dormí de nuevo. Ni siquiera abro los ojos, ¿para qué, con la penumbra del autobús?. Creo que alguien se ha sentado a mi lado, mi pierna está pegada a la suya, no lo sé. Tengo tanto sueño...
(...)
Mmm...tengo frío, ¿es el aire acondicionado? Ya me acostumbraré...
(...)
..ay, un bache, con lo a gusto que estaba...¿Estoy arropada con un abrigo?..mmm.
(...)
...¿dónde estoy? Ah, sigo en el autobús...no pienso abrir los ojos a ver si puedo seguir durmiendo...qué sueño... es como si me sostuvieran unos brazos...
(...)
...me encanta...que me acaricien el pelo...
(...)
mmm...otra parada...¿hemos llegado? Quiero seguir durmiendo y no abrir los ojos nunca más...
...eh! eso...¿ha sido un beso?
Ahora sí que abro los ojos como platos
Una cabeza masculina baja ya por las escaleras del autobús, sólo veo su mano saludándome...y en el asiento un papel con un número de teléfono...
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9 comentarios:
:) Qué romántica!
Pienso que leerás este comentario antes que un gmail que me da mas pereza.Me encanta leerte y ademas en una ocasión me hiciste el comentario mas bonito y alentador que he recibido nunca,y que suerte lo que cuentas muy armonicamente,a mi me tiene sucedido cosas parecidas en el tren. ah,, Cuando el motor se queda en ralentí ,no se si te diste cuenta pero es así,soy mecano. Un abrazo muy amistoso!
...ummmh! ..perdona , ...creo que lo acabo de cojér ahora- valentí, claro! ..romantico , en vez de ralentí.Creo que me deje llevar por la corrección y en realidad queda bien,felicidades! me encanta acariciar ,por lo del pelo ,me identifico con el momento( ,,no vayas a pensar que soy un atrevido, je je! besos!
Gracias EScriba, no creo que me merezca tanto1 Y sí, tienes toda la razón, es "ralentí", pero el corrector de textos me jugó una mala pasada :)
Muchas gracias, de verdad
Vaya... me ha encantado eso de "fuerza centrífuga que me hace querer aún más a esa ventanilla".
Al leer tu texto me han entrado unas imperantes ganas de hacer un viaje nocturno en autobús...
Perdón por la intromisión y... saludos!
Excelente relato Volare...
una delicia.
:)
besos.
Por cierto, ya sabes que siempre te leo aunque no diga nada.
Me encanta pasar sin hacer ruido y disfrutar de tu mundo mágico.
Más besos.
Casi que me han entrado ganas de compartir asiento contigo. :-*
PAra poderte robar algún besito mientras sueñas y retozas...
Jeje
Cosas como estas sólo ocurren de vez en cuando...son situaciones únicas, especiales, mágicas...Que toque es una combinación de suerte y coger el autobus adecuado. ¿De donde sale...?
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